Inclusión financiera: un hecho en las nuevas generaciones
Muchas veces pensamos en los orígenes de un hábito, una tecnología o producto como un momento disruptivo que causa, como toda vanguardia, tanto adopción como resistencia. No fue diferente la llegada de la tecnología al ecosistema financiero: quienes ya utilizaban el servicio de los bancos, probablemente no se aggiornaron inmediatamente a incorporar billeteras virtuales en su vida, o incluso aún no las utilizan. Sin embargo, hay un hecho confirmado que trajo la industria fintech: la inclusión de miles de personas que estaban fuera del sistema bancario y que comenzaron a tener la experiencia de la gestión financiera.
Según el último informe de inclusión financiera del Banco Central (BCRA), la cobertura de la población adulta con al menos una cuenta bancaria o de pago es prácticamente absoluta, sumado a que continúa creciendo el número de personas que tienen, en simultáneo, cuentas bancarias y de pago (6 de cada 10 adultos cumplen con esta característica). De hecho, el porcentaje de la población adulta con cuentas de pago creció en un 20% en los últimos dos años, mientras que el porcentaje de crecimiento de las cuentas en bancos tradicionales apenas alcanza el 7%. Esto marca claramente una tendencia, que también encontramos en GP Insight, nuestro último informe semestral sobre el ecosistema fintech en la Argentina: según los datos del primer semestre del 2024, aumentó en un 49% la cantidad de transacciones realizadas por los usuarios de tarjetas prepagas en el país, en su mayoría ofrecidas por Proveedores de Servicios de Pagos (PSP).
Y no solo hablamos de bancarización, sino que en los últimos años ha habido una mayor sofisticación en la gestión de las finanzas personales. Es decir, los servicios que se van adoptando son cada vez más complejos, integrando herramientas de inversión, opciones para financiar gastos en cuotas y diversas modalidades de pago, tanto en compras físicas como virtuales.
Siguiendo los resultados de nuestro informe, en cuanto al método de captura de las transacciones realizadas a través de tarjetas prepagas físicas o virtuales, el 42% se procesa mediante dispositivos de pagos contactless (compras presenciales), mientras que el 25% de la totalidad de los pagos representan compras a través de e-commerce. Le siguen los pagos a través de tarjetas con chip (terminales de pago en comercios físicos), y el débito automático con un 11% de las transacciones. En este sentido, ante la diversificación de las alternativas y herramientas financieras, hay que disponibilizar mejores productos y acompañar todo el proceso con educación financiera para lograr una adopción segura y mayor de herramientas digitales.
Además, todos estos cambios tienen un mayor impacto en las nuevas generaciones, que nacen en un entorno completamente digitalizado. No solo en el ámbito financiero, sino también en la educación, el ocio y en todos los aspectos de su vida, estas generaciones esperan experiencias personalizadas, dinámicas y flexibles. De hecho, en cuanto al uso de tarjetas prepagas, 4 de cada 10 usuarios de las mismas pertenecen al segmento de entre 13 y 24 años -Generación Z y Post Z. Y así como aumenta el porcentaje de jóvenes que utilizan tarjetas prepagas también crece el uso de las tarjetas virtuales: este año por primera vez son más los usuarios de tarjetas prepagas virtuales (51,16%) que quienes utilizan una tarjeta física (48,74%).
Es necesario hacer hincapié en la importancia de la usabilidad en las apps financieras y billeteras virtuales: la cantidad de funciones, la facilidad para acceder a las mismas y la experiencia de usuario que cada empresa, banco o PSP, ofrece a su comunidad es clave. Desde el inicio, con Global Processing hemos acompañado la evolución de las fintech y seguimos haciéndolo, desarrollando tecnología innovadora, escalable y real time, para que la experiencia de los usuarios mejore continuamente y esté a la altura de las demandas de la industria.
Hoy en día, la importancia de las finanzas se refleja en cómo el negocio se expande hacia otros segmentos. Cuando hablamos de “finanzas embebidas”, nos referimos a cómo otras industrias están integrando servicios financieros a su abanico de productos para atraer a sus consumidores y explorar nuevas oportunidades de negocio, en un contexto de creciente demanda de herramientas para la gestión de finanzas personales. Y si pensamos en inclusión, cuánto más se diversifica la industria, más opciones y mejores propuestas habrá para los usuarios. Por eso, es necesario observar el crecimiento y las transformaciones constantes en el ecosistema financiero. Entender cómo se comportan los usuarios y cuáles son sus demandas es clave para que los distintos actores que formamos el ecosistema de medios de pago, nos adaptemos e innovemos para continuar incluyendo a la mayor cantidad de personas y contribuyamos a que tengan una mejor calidad de vida.